unes, 04 de octubre de 2010
Marcos David Valverde
mdvalverde@correodelcaroni.com
Foto Raimundo Rubio
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Quizás parezca exagerado el que una campaña, en pleno siglo XXI, lleve como nombre "Exige Dignidad". Sin embargo, los integrantes de Amnistía Internacional conocen que las violaciones a ese derecho se multiplican cada día en todo el mundo, y Venezuela no es la excepción.
Es por eso que la organización ha comenzado a trabajar de lleno en esa iniciativa, con el fin de recoger firmas para ser presentadas, nada menos, que a los gobiernos del mundo.
En Ciudad Guayana, la abogada especialista en Derechos de la Familia y catedrática de la Universidad Gran Mariscal de Ayacucho (UGMA), Jaqueline Fernández es la encargada de promover la idea como vocera de Amnistía Internacional en la región.
- Cuando Amnistía Internacional promueve la exigencia de la dignidad, ¿en qué ámbito se basa?
- En tres. El primero de ellos es que todas las organizaciones públicas y privadas den cuentas claras sobre el presupuesto que se les asigna. La otra es el acceso de todos los ciudadanos a los servicios y a una calidad de vida adecuada, y el tercero es que las personas afectadas por la pobreza se incorporen a las diferentes campañas que se estén realizando para la erradicación de ese flagelo.
- La primera, "exigir cuentas claras", ¿tiene un alcance mundial o para Venezuela tiene una significación especial?
- Amnistía Internacional realmente consideró pertinente este punto, debido a lo ocurrido con el sistema económico mundial. Ocurrió que con los objetivos del milenio, todos los Estados pedían presupuesto para sus diferentes programas y para el cumplimiento de sus objetivos. Sin embargo, cuando ocurrió el asunto del derrumbe de la economía, el dinero apareció para soportar los malos manejos de entidades bancarias a nivel mundial. Entonces, ¿cuál es el pensamiento de Amnistía Internacional? Simplemente, que de la misma manera en que se aportó esa cantidad de dinero para sustentar o mantener vivas diferentes entidades bancarias a nivel mundial, ese mismo dinero debe involucrarse con causas dirigidas a sanear la calidad de vida de las personas.
Realidad
- Sobre el acceso a los servicios públicos, ¿el trabajo de ustedes va más allá de una simple exigencia?
- Amnistía Internacional tiene por política el llamado de conciencia a las personas, y nuestra prioridad es lograr que todos los ciudadanos comprendamos cuál es nuestra responsabilidad en cada logro. No se trata sólo de involucrar a organismos nacionales e internacionales y a la empresa privada, sino también lograr que tengamos el derecho a los servicios públicos, a un ambiente adecuado.
- ¿Y en el tercer objetivo, involucrar a las personas afectadas por la pobreza?
- En eso no sólo no estamos afincando en la pobreza, sino también en las comunidades indígenas, todo pensando en sus formas de vida y en sus costumbres: conocerlas para llevar esas soluciones.
- ¿Cuál de los tres objetivos es el prioritario en Venezuela?
- Bueno, hablando más de la zona, creo que hace falta el desarrollo de esa conciencia ciudadana de la que habló José Carlos Blanco, en el sentido de que tenemos derecho al acceso de bienes y servicios, pero eso lo consideramos un regalo que nos da el Gobierno, y creo que la educación ciudadana debe centrarse en que tenemos derechos y que los derechos no son prerrogativas de ningún gobierno. Por el contrario: debemos exigir, como lo dice la campaña, el acceso a los servicios públicos, que se tenga un transporte adecuado, que el agua de nuestras casas (no) llegue de color extraño, que no haya problemas con la luz eléctrica y que no haya problemas con la calidad del aire. A pesar de todos esos problemas, no hay solución, y tampoco hay una participación de las personas de manera activa, sino que simplemente esperan que vaya un periodista y les pregunte si les pasa tal cosa, pero no se toma como el derecho a tener una calidad de vida adecuada. Ese tipo de cosas son las que deben cambiarse: lo normal no es vivir mal, lo normal es vivir bien.
Responsabilidad compartida
- Señala que se ha desarrollado una tendencia a pensar que no vivir completamente bien es la norma. ¿El cambio de ese pensamiento no es una tarea de los gobiernos?
- Claro, pero precisamente en Amnistía Internacional consideramos que los grandes cambios de conciencia se han nombrado de abajo hacia arriba. Los gobiernos no promueven cambios, sino la ciudadanía. Es necesario decirles a quienes administran nuestros fondos, que realicen acciones para solucionar esos problemas. Por eso es importante la parte educativa en derechos humanos como eje central en cualquier país del mundo, pues en la medida en que conozcas tus derechos como ser humano, vas a tener la conciencia de que mereces el acceso a esos bienes y servicios.
- ¿Los gobiernos regional y local están siendo garantes del cumplimiento de esas exigencias?
- Digamos que nosotros sustentamos nuestras campañas en una exigencia que debe hacer el ciudadano, el de no permitir que el gobernante esté de adorno o de lujo, sin tomar medidas adecuadas para que los ciudadanos tengan sus beneficios (...) no se trata sólo de fomentar los derechos, sino también establecer estructuras ideales y correctas para que esos derechos sean implementados.
¿Cómo firmar?
Para apoyar la campaña Exige Dignidad, sólo es necesario acceder al sitio de Internet www.1000millonesdehambrientos.org. Allí sólo es necesario registrar algunos datos para ser parte de la iniciativa.
Para conocer otras iniciativas de Amnistía Internacional en Venezuela, se puede acceder al sitio http://www.aiven.org/. En Ciudad Guayana es posible contactar a Jaqueline Fernández a través del número telefónico 0424-9303460 y del correo electrónico fernandez.jaqueline@gmail.com.
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